19 dic 2005

Miguel contado por un amigo

Por Alejandra Laris y Juanita Monzón

Jorge Jaunarena, uno de los fundadores de la Asociación Miguel Bru, nos dio su este testimonio acerca de su mejor amigo.

¿Desde cuándo conocías a Miguel?
Desde que llegué de Neuquén a estudiar a La Plata en el año ´89. Yo era una persona bastante tímida y él todo lo contrario. Fue el primer amigo que me hice en la facultad.

¿Cómo era tu relación con él? ¿Qué cosas hacían?
Andábamos todo el día juntos. Nos gustaba la misma música, jugábamos en el equipo de fútbol de la facu, salíamos bastante de noche, no tanto a bares, a fiestas o reuniones que se hacían en casas de estudiantes. Tenía un gran sentido del humor, era muy solidario, inspiraba ternura. Uno lo adoptaba. Venía de visita a mi casa y se instalaba semanas. A veces íbamos a comer a lo de Rosa, con toda la banda, un montón de muertos de hambre. Rosa sacaba harina y amasaba tallarines -riquísimos le salían- para todos. Otro preparaba la salsa de tomate, otro hacía los mandados, otro ponía la mesa, otro lavaba. Los Bru eran siete, nosotros éramos como cinco más y siempre había un linyera -Bachi- que pasaba a comer. Lo que no compartíamos era el club, él fana de Boca y yo de River.

¿Y qué decía de eso?
El me decía "vos tenés onda de hincha de boca lo que pasa que no te das cuenta". Antes de ir a la cancha de Boca (iba todos los domingos), pasaba a pedirme uno o dos pesos para la entrada y yo le decía "viste loco qué onda que tenemos los de River, no?". Pero lo peor que le podías hacer era no dejar a sus perros (llenos de pulgas) entrar a tu casa. Se ponía insoportable con el "dale, dale mírales la carita, dejálos que estén con nosotros". No descansaba hasta que te convencía. Era un tipo muy solidario y la gente le tomaba mucho cariño. Siempre te daba una mano para limpiar la casa después de una fiesta.

¿Tenía novia o algún garrón por ahi?
Le iba bastante bien con las mujeres. No les daba mucha bola. Esa era su arma de seducción. Además era lindo tipo.

¿Te lo imaginás a Miguel en la Isla Maciel?
Por supuesto, siempre me lo imagino en la isla, se llevaría muy bien con grandes y pibes. Le hubiera encantado la Isla y su gente. Seguro que hubiera estado dando una mano y haciendo reír. Era muy comprometido, ¿Qué haría? Daría todo lo suyo para la gente, como hacía siempre.

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